Perfil de Mujer

A Jesús

¡Sí, te daré mi corazón! Lo llevo

ardiendo en llamas de ambiciones puras,

y libre está de terrenas ligaduras,

está otra vez recién nacido y nuevo.

 

Si tan sumiso hasta tus pies lo elevo,

es par que lo salves de amarguras;

viene de transitar sendas oscuras

y llevarlo sin ti ya no me atrevo.

 

Ábrele, pues, tus brazos como a un niño;

guárdalo para ti, dale cariño,

y enseñándolo a orar hazlo sublime.

 

Y así, unidos los dos, vamos al mundo

a mostrarle este amor grande y profundo

a ver si se consuela o se redime.

 

_Miguel Rash-Isla