Si me dieran a escoger entre una rosa
llevar aquí en mi pecho o un simple lirio;
sin despreciar el lirio, yo la rosa
roja sangre tomaría con delirio.
sus pétalos tan tersos y fragantes
suavizarán mi piel y mis sentidos,
sus espinas me recordarán, amantes,
que soy sólo una errante en el camino.
El lirio me hablaría de sus blandas
praderas llenas de rocío y sol;
me contaría de su corta historia,
que fue solo un ayer monótono…
Mas, la rosa me recordaría versos
que llenaran de ardor mi corazón;
de deseos de vivir, de ser fragante
como ella… de ser canción.
Y cuando en mis sueños y quimeras
necesite del Señor tierno reclamo,
allí tendré la rosa… sus espinas
recordarme han, si he olvidado.
Por eso la prefiero, pues es canto,
es poesía, es aroma y es pasión.
Sus espinas me llevan a ser noble,
sus pétalos me cantan la canción…
una canción que solo el alma escucha,
un aroma que solo capta el corazón,
una herida que a veces necesito,
un dolor que me acerca a mi Señor.
_D.R.S
USA/1999